El gol de Rafael Pérez, que le dio la victoria a San Lorenzo ante Platense, cuando finalizaba el partido, pareció durar, en el efecto anímico, hasta el inicio del encuentro del “Calamar” frente a Estudiantes. Como si el “shok” tuviera un efecto duradero, el bajón pareció durarle hasta bien entrado el comienzo del partido siguiente. Platense arrancó dormido, Estudiantes lo madrugó, y construyó una media hora inicial muy completa, que le alcanzó para asegurarse el triunfo.
Platense comenzó con Ramiro Macagno; Nicolás Morgantini, Ignacio Vázquez, Marco Pellegrino y Sasha Marcich; Franco Díaz, Iván Rossi y Nicolás Castro; Vicente Taborda; Ronaldo Martínez y Nicolás Servetto.
El “León” se presentó con Mariano Andújar; Leonardo Godoy, Santiago Núñez, Luciano Lollo, Zaid Romero y Gastón Benedetti; Santiago Ascacíbar, Jorge Rodríguez y Benjamín Rollheiser; Mauro Méndez y Mauro Boselli.
Al minuto, el “Pincha” tuvo una buena llegada, y cuando se jugaban 2′ abrió el marcador con un cabezazo de Mauro Méndez, que sorprendió a la defensa y a Ramiro Macagno, para poner el 0-1 a favor de Estudiantes.
Pudo aumentar a los 9′ con un disparo bajo de Benjamín Rollheiser que desvió Macagno. Tuvo una chance aún mejor, a los 22′, con una buena jugada colectiva, que cerró con un pase al vacío para Godoy, cuyo remate cruzado pasó muy cerca del palo derecho de Macagno.
Y a los 30′ aumentó el marcador. Benjamín Rollheiser puso un pase al calor para Mauro Méndez, este atoró a la salida de Macagno, giró y cedió atrás a Godoy, quien sacó un centro preciso para Mauro Boselli, quien metió un cabezazo certero, para colocar el 0-2 para Estudiantes de La Plata.
Platense no se armaba. Intentaba Taborda, pero se enredaba en su juego mientras que no encontraba socios para crear. Era un equipo espeso, sin lograr profundidad. El “Pincha” estaba bien acomodado al partido, y contaba con más chances para aumentar. A los 35′ Gastón Benedetti sacó un tremendo disparo que Macagno pudo desviar al corner.
Pero el fútbol es tan mágico y misterioso, que mientras sobrevolaba el fantasma del tercer gol visitante, el local llegó al descuento. Platense ya jugaba con un 4-3-3, pues Palermo corrió a Taborda al extremo izquierdo. Sucedió a 39′, con una enorme jugada individual de Vicente Taborda, que coronó con un exquisito remate cruzado, que se metió abajo, junto al palo izquierdo de Andújar para que celebre Platense, y achique el marcador a 1-2.
Sin embargo, Estudiantes iba a tener una posibilidad más en el primer tiempo. Boselli llegó solo al área, le picó el balón sobre la salida del arquero local, y sobre la línea despejó Ignacio Vázquez, cuando parecía que entraba.
En el complemento, José Sosa entró por Mauro Boselli, en el equipo de La Plata. Pero el segundo tiempo ya no tuvo la misma intensidad. Bajó el ritmo, se hizo más peleado en el medio, y el partido entró en un largo bajón. Cuando iban 56′, Martín Palermo decidió hacer tres modificaciones en el “Calamar”: Gonzalo Valdivia ingresó por Nicolás Castro, Franco Baldassarra reemplazó a Franco Díaz, y Agustín Alonso entró en lugar de Nicolás Servetto.
A los 66′, Eduardo Domínguez decidió realizar el segundo y tercer cambio en la visita. Mateo Pellegrino ingresó por Mauro Méndez, y Emmanuel Más remplazó a Gastón Benedetti. Luego, a los 71′, llegó la cuarta variante en el equipo de Vicente López; Mauro Quiroga ocupó el lugar de Ronaldo Martínez.
Platense apostó a los cenetros, y tuvo uno bueno a los 73′, pero el cabezazo bajo fue bien controlado por Mariano Andújar.
Respondió el “León” con un tiro de Rollheiser que Macagno sacó al corner, cuando iban 77′ de juego. De ese tiro de esquina, el cabezazo de Luciano Lollo salió cruzado, a la puerta del arco.
Cuando iban 82′ vino el quinto y último cambio en el local; Ignacio Schor entró por Sasha Marcich. A los 89′ Eros Mancuos ingresó por Benjamín Rollheiser, en la cuarta modificación del “Pincharrata”.
Lo pudo liquidar el “León” a los 90+3′, cuando José Sosa se fue sólo y su tiro fue controlado por Macagno. Y lo pudo igualar Platense, al final, cuando iban 90+5′, y “Nacho” Schor no llegó a conectar un balón que Marco Pellegrino le había bajado de cabeza.
Fue para Estudiantes, al cabo, porque entró bien despierto, abrió rápido el marcador, dominó een el primer tiempo, y supo aguantarlo al final.
Hernán O’Donnell